La germinación es el proceso mediante el cual una semilla se desarrolla hasta convertirse en una nueva planta. Este proceso se lleva a cabo cuando el embrión se hincha y la cubierta de la semilla se rompe. Para lograr esto, toda nueva planta requiere de elementos básicos para su desarrollo: temperatura, agua, oxígeno y sales minerales. El ejemplo más común de germinación, es el brote de un semillero a partir de una semilla de una planta floral o angiosperma. Sin embargo, el crecimiento de una hifa a partir de una espora micótica se considera también germinación. En un sentido más general, la germinación puede implicar todo lo que se expande en un ser más grande a partir de una existencia pequeña o germen. La germinación es un mecanismo de la reproducción sexual de las plantas.
Se llama germinación al proceso por el que se reanuda el crecimiento embrionario después de la fase de descanso. Este fenómeno no se desencadena hasta que la semilla no ha sido transportada hasta un medio favorable por alguno de los agentes de dispersión. Las condiciones determinantes del medio son: Aporte suficiente de agua, oxígeno, y temperatura apropiada. Cada especie prefiere para germinar una temperatura determinada; en general, las condiciones extremas de frío o calor no favorecen la germinación. Algunas semillas necesitan pasar por un período de dormancia y, después de éste, también un tiempo determinado de exposición a la luz para iniciar la germinación.
Durante la germinación, el agua se difunde a través de las envolturas de la semilla y llega hasta el embrión, que durante la fase de descanso se ha secado casi por completo. El agua hace que la semilla se hinche, a veces hasta el extremo de rasgar la envoltura externa. Diversas ENZÍMAS descomponen los NUTRIENTES almacenados en el ENDOSPERMO o en los cotiledones en sustancias más sencillas que son transportadas por el interior del embrión hacia los centros de crecimiento. El oxígeno absorbido permite a la semilla extraer la energía contenida en estos azúcares de reserva, y así poder iniciar el crecimiento.
El ENDOSPERMO o endosperma es el tejido nutricional formado en el saco embrionario de las plantas con semilla; es triploide (con tres juegos de cromosomas) y puede ser usado como fuente de nutrientes por el embrión durante la germinación. (Ref: Wikipedia)
Podemos facialmente deducir que cuando una semilla entra en proceso de germinación, se activan en él todo tipo de enzímas y nutrientes que son beneficiosos para nuestra salud. Por eso nos interesa alimentarnos de la semilla que se encuentra en pleno proceso de crecimiento.
- Primer paso: Sumergir las semillas en agua durante 8 horas.
- Segundo paso: Enjuagar las semillas liberandolas de innividores y facilitando su germinación. A estas alturas las enzímas ya empiezan a liberar los nutrientes necesarios para el crecimiento de la semilla. Dejarlas reposar otras 8 horas en un lugar oscuro o tapadlas.
- Tercer paso: Volver a enjuagar las semillas y dejarlas reposar otras 8 horas. Repetir este paso hasta que podamos ver un cuarto de pulgada de raiz asomando por las semillas. Tras este periodo de tiempo ya son aptas para el consumo humano.
Vídeo que muestra como usar las semillas germinadas para producir nuestra bebida probiótica.
Una buena amiga me pasa esta informacion valiosísima sobre el jugo de trigo germinado.
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