Nunca debes esforzarte en ser otra cosa que tú mismo. Ser lo que eres y convertirte en lo que eres capaz de llegar a ser, es el secreto de una vida feliz.
Toda alma viviente tiene diferentes talentos, diferentes deseos, diferentes facultades. Sé tu mismo. Trata de ser cualquier otra cosa que no sea tu ser genuino y; aunque engañes al mundo entero, serás diez mil veces peor que nada.
Nunca desperdicies ningún esfuerzo en elevarte a algo que no eres, por agradar a otros. Jamás te pongas máscaras falsas para satisfacer tu vanidad. Nunca te esfuerces porque te estimen por tus logros, o dejarán de estimarte por ti mismo.
Observa a las plantas y a los animales del campo, como viven. ¿Produce una planta de algodón siquiera una manzana? ¿Alguna vez a producido un gramado una naranja? ¿Acaso intenta volar un león?
Solo el hombre, entre todos los seres vivientes, neciamente se esfuerza por ser distinto de lo que está destinado a ser, hasta que la vida lo marca como un inadaptado. Los inadaptados son los fracasos del mundo, corriedo siempre tras una carrera más fructifera que jamás encuentran, a menos que miren detrás de ellos.
Tu no puedes escoger tu vocación. Tu vocación te escoge a ti. Has sido bendecido con capacidades especiales que son solo tuyas. Úsalas, sean cuales fuere, y no trates de ponerte el sombrero de ningún otro. Un talentoso conductor de carrozas puede ganar oro y renombre con sus habilidades; pero ponlo a cortar higos y se morirá de hambre.
Nadie puede ocupar tu lugar. Compréndelo y sé tú mismo. No tienes obligación de triunfar. Tu única obligación es la de que seas tú mismo.
Haz tu mejor esfuerzo en las cosas que mejor haces y sabrás, en tu alma, que eres el éxito más grande del mundo.
Og Mandino
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1 comentario:
Un texto precioso, gracias.
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